Me llamo Juan, tengo una discapacidad auditiva y trabajo como operario de limpieza en Diswork.
Podría contarte que mi día empieza muy temprano, o que mi tarea consiste en dejar los espacios impecables.
Pero lo más importante de mi trabajo no está en lo que hago con las manos, sino en lo que siento cada vez que entro por la puerta: que pertenezco. Esto es lo que hace que la inclusión laboral discapacidad auditiva sea algo real y transformador.
Un comienzo lleno de confianza
Cuando llego al centro, mis compañeros me saludan con gestos y sonrisas. Algunos conocen algo de lengua de signos, otros me hablan despacio, mirándome a los ojos.
Aquí no hay barreras, hay ganas de entendernos. Y eso, créeme, marca la diferencia.
En Diswork nunca me he sentido “diferente”. Desde el primer día me dieron formación, apoyo y tiempo para adaptarme. Aprendí que mi trabajo cuenta tanto como el de cualquiera, y que mi discapacidad auditiva no define mi capacidad. La inclusión laboral aquí se vive cada día.
Cada espacio, una historia
Hoy me toca limpiar una oficina llena de movimiento. Mientras trabajo, veo pasar a la gente, concentrada, hablando, riendo… y me gusta pensar que, gracias a mí, ese entorno es más agradable y seguro.
Hay algo especial en ver cómo todo queda en orden, cómo los brillos aparecen donde antes había huellas. Es como si cada gesto, cada esfuerzo, dejara una pequeña parte de mí. La inclusión laboral discapacidad auditiva hace que mi esfuerzo tenga un impacto real en el equipo y en el lugar.
Un equipo que te ve por lo que eres
En Diswork, no trabajo solo.
Formo parte de un equipo diverso, donde cada persona tiene una historia, un ritmo y una forma de hacer. Nos apoyamos, nos reímos, aprendemos juntos.
Y lo más importante: nos tratamos de igual a igual.
Aquí, la inclusión laboral no es un cartel bonito en la pared. Es algo que se vive cada día, en cada mirada, en cada tarea compartida, en cada palabra de reconocimiento.
Mucho más que limpieza
A veces la gente piensa que trabajar en limpieza es algo pequeño. Pero para mí, es enorme.
Es la oportunidad de demostrar que la discapacidad auditiva no limita, transforma.
Que cuando una empresa cree de verdad en la inclusión laboral, suceden cosas bonitas: las personas crecen, los equipos se fortalecen y los espacios se llenan de orgullo.
Cerrar el día con orgullo
Cuando termino mi turno y guardo el material, miro los pasillos brillando y sonrío.
Porque no solo he dejado un lugar limpio. También dejo una parte de mi historia en cada rincón.
Trabajar en Diswork me ha dado algo que va más allá del empleo: me ha dado un lugar, una voz y un propósito.
Diswork es inclusión laboral para personas con discapacidad auditiva.